Nuestro cuerpo depende del agua para sobrevivir, nuestras células, tejidos y órganos, necesitan de ella para funcionar correctamente. Este elemento vital, nos ayuda a mantener nuestra temperatura, eliminar los desechos y lubricar las articulaciones. Como podemos ver el agua es indispensable para nuestro bienestar.
En verano, cuando las altas temperaturas logran que la sudoración aumente, provocando la perdida de agua de nuestros cuerpos, se hace aún más indispensable una correcta hidratación. Katherine Bugueño, Nutricionista de Clínica Bupa Antofagasta, explica que “el agua representa la mitad del peso de nuestro cuerpo, ahí radica la importancia de ella. Es importante saber que estamos constantemente perdiendo agua; al ir al baño, al sudar, al respirar, al enfermarnos: vómitos y diarreas. Si no sustituimos este aporte líquido, corremos serios riesgos de sufrir una deshidratación”.
La especialista agrega que “debemos consumir entre 6 a 8 vasos de agua al día. Una de las maneras de saber si estamos suficientemente hidratados, es revisando nuestra orina. Si esta no tiene color o es levemente amarilla, significa que la persona se encuentra hidratada. Si esta es amarillo oscuro, es un signo de deshidratación”.
La nutricionista destaca, que las personas que deben tener siempre presente el tema de la hidratación, son los deportistas, enfermos de diabetes y adultos mayores, ya que tienen más riesgo de sufrir una deshidratación.
-Mantener siempre a nuestro alcance una botella de agua.
-Si no le gusta el sabor del agua, intente agregarle una rebanada de limón.
-Asegúrese de beber agua antes, durante y después de ejercitarse.
-Cuando sienta hambre, beba agua. La sed con frecuencia se confunde con el hambre.
-Si tiene problemas para recordar beber agua, hágalo con base a un horario. Por ejemplo, beba agua al levantarse; en el desayuno, almuerzo y cena; y cuando se vaya a dormir.